«Bienaventurados» Mateo 5,1-12

Cuando Jesús proclama las Bienaventuranzas, está elogiando a sus discípulos y discípulas. Lo hace para exhortarles públicamente a continuar viviendo con radicalidad las exigencias del reinado de Dios.
Podemos comenzar con unos minutos de silencio o entonando un canto apropiado. Por ejemplo, Felices son los pobres, de J. A. Espinosa.

LECTIO (Leo el texto)
Los primeros cristianos se preguntaban qué debía caracterizar a un discípulo de Jesús. Las Bienaventuranzas ofrecen el perfil del perfecto discípulo. Para Mateo, es aquella persona que aprende a relacionarse desde los nuevos valores del Reino.

Proclamación de Mt 5,1-12.

Después de unos momentos de silencio, leemos y comentamos en grupo los siguientes párrafos. Nos pueden ayudar a comprender mejor el mensaje de fe del pasaje:

  • Observad el escenario de las Bienaventuranzas (vv. 1-2). Jesús aparece como el nuevo Moisés que entrega a sus discípulos los nuevos valores del Reino.
  • Las Bienaventuranzas de Mateo señalan el nuevo estado en que se encuentran quienes han acogido en sus vidas el reinado de Dios. Es una manera de decir: «Porque seguís a Jesús y habéis abandonado la autosuficiencia ( = pobres de espíritu), porque os implicáis en deshacer los conflictos (=trabajan por la paz)… Dios os declara felices».
  • Es importante señalar que la felicidad no proviene de la situación de partida (los que sufren, los humildes…), sino del punto de llegada: la obra de Dios en ellos (serán consolados, satisfechos…). Es decir, se es bienaventurado, feliz, porque Dios está obrando en uno mismo y en el propio entorno.

Repasad, junto a cada una de las Bienaventuranzas, la vida de Jesús. En Él se realizan plenamente. También en esto fue el Maestro.

MEDITATIO (Me dejo leer por el texto)
Podríamos llamar bienaventurada a toda persona que asimila en su vida los valores de Jesús y acepta con alegría que Dios obre en su vida.

  • ¿Qué aspectos o palabras del pasaje me han llamado más la atención? ¿Por qué?

¿Me considero una persona «feliz»? ¿De dónde proviene esta felicidad? ¿Está en consonancia con los caminos que propone Jesús?

ORATIO (Hablo con Dios a partir del texto)
Nos situamos ante Jesús, el pobre, el manso, el misericordioso, el constructor de la paz, el perseguido… Le presentamos todo lo que nos haya sugerido la lectura y meditación del pasaje de hoy. Compartimos en voz alta nuestra oración procurando inspirarnos en las mismas palabras de la Escritura.

ACTIO (Me comprometo desde el mensaje de fe del texto)
Brota en nosotros la necesidad de implicarnos en la llegada en plenitud del reinado de Dios.

  • ¿Cómo puedo encarnar las Bienaventuranzas
  • Podemos terminar cantando juntos Bienaventurados seremos, Señor, de E. V. Mateu, u otro canto conocido por todos.
Lectio divina

«Hoy tengo que alojarme en tu casa» Lucas 19,1-10

El pasaje que vamos a leer es una de las obras maestras del evangelio de Lucas. En él Zaqueo se convierte de «buscador» en «buscado». Jesús siempre toma la iniciativa, se invita a entrar en nuestra casa y espera que le reconozcamos como el «Señor».

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Lectio divina

«Ahí tienes a tu madre» Juan 19, 25-27

Una de las creencias cristianas más arraigadas entre nuestro pueblo es la de María como Madre de Jesús y Madre nuestra. Una certeza de fe nos lleva a afirmar que la mujer que estuvo siempre al lado de su hijo, incluso en los momentos más difíciles, no puede abandonar a quienes, como dice san Pablo, somos hijos en el Hijo.

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