DESC-ÁLZATE, SAL AL ENCUENTRO

Llevo años queriendo crear un blogs y, de pronto, sin saber cómo me veo escribiendo este pequeño mensaje de presentación para mi nuevo espacio virtual en In&Out llamado «Desc-ÁLZATE, sal al Encuentro», centrado principalmente en la asignatura de Religión, en su ámbito curricular como base esencial y estructural para una educación integral en clave competencial.

Quiero partir del libro del Éxodo: «DESCALZARTE porque la tierra que pisas es sagrada» (Ex 3,5). Descalzarse conlleva respeto, devoción, humildad, cuidado, delicadeza y reconocimiento del otro como ser sagrado, porque nos adentramos en el espacio más noble, bello y verdadero que existe, en términos bíblicos “en tierra sagrada”.

Descalzarse supone reconocimiento supremo del niño, joven y adulto para ensalzarlo y dotarle de las destrezas, habilidades y aptitudes necesarias para crecer, desarrollarse en todas sus dimensiones y llegar a ser esa persona “imagen de Dios” (Gn 1,27) a la que está llamada a ser desde la creación. ¡Menuda tarea y responsabilidad la nuestra! Apasionante y desbordante.

De ahí que sea esencial cuidar nuestras clases de Religión porque tocarán vidas por doquier. En ocasiones provocarán preguntas existenciales, emociones diversas, dudas inquietantes, sed de conocer, ser y hacer, deseos de conocernos por dentro y descubrir el universo “in” del que estamos constituidos e incluso que vislumbren que “Dios se pasea“(Gn 3,8) por la esencia de nuestra vida. En otros momentos nuestras clases responderán a ciertos interrogantes que no sabemos dónde ni a quién hacerlos; nos harán de espejo donde vernos reflejados e identificados, nos ayudarán a salir de nuestra zona de confort y nos impulsarán a ponernos en camino para cuidar a los más débiles y vulnerables de nuestra sociedad.  En muchas ocasiones serán como un GPS que nos redirigirán la senda por donde hay que transitar para darle sentido y plenitud a nuestro quehacer diario, avisándonos de los radares, cuando vamos “pisando el acelerador” por la vida sin valorar, contemplar y disfrutar de lo que la misma vida nos ofrece: personas, momentos, situaciones, oportunidades, dificultades, baches… Nos ayudará a concebir la diversidad como riqueza y belleza, entendiendo que nuestro mundo no tiene fronteras, los horizontes se han desdibujado y en este momento histórico formamos parte de una casa común donde todos deberíamos ser responsables de todos.

En esta aventura apasionante de las clases de Religión es actitud fundamental la motivación del profesor/a, la toma de conciencia que debemos tener de “ser llamados y enviados”, de ser educadores más por vocación que por profesión, de hacer una simbiosis perfecta entre tarea-misión y vocación-profesión. Entonces sí, “educaremos evangelizando y evangelizaremos educando”. Porque quizás para muchos alumnos/as el único contacto con la Buena Noticia de Jesús serás TÚ y tus clases de Religión.

Descálzate, compañero o compañera, porque el terreno, el espacio, la vida del niño o del joven que tocas es SAGRADA.

“SAL AL ENCUENTRO” puede tener dos significados

Del verbo salir, sí, salir del ámbito escolar. Hemos de visibilizar las clases de Religión, haciéndonos presentes más que nunca en los nuevos areópagos del siglo XXI: las RRSS, diversos foros educativos, sociales, culturales, creando espacios para compartir, intercambiar, opinar o simplemente “ser voz” a todos los niveles. Ahora más que nunca tenemos una palabra de esperanza, de fuerza, de aliento, de cuidado y de sentido que estamos llamados de pronunciar.

Supone “salir a las periferias”, empezando por las más cercanas: las de tu colegio. La clase de religión tiene que fomentar una “cadena de acogida y de alegría” para que ningún alumno o alumna se sienta solo, aislado y triste.

Salir a las periferias de nuestro barrio, pueblo o ciudad. “UBUNTU” cómo diría el pueblo africano: “No podemos ser felices y estar satisfechos si los que están cerca no lo están”. Hemos de crear proyectos de servicios o emprender un voluntariado para cuidar en la medida de nuestras posibilidades la vida de los desfavorecidos.

A la asignatura de Religión le toca «ser sal», dar nuevo, fresco, profundo y creativo sabor a la vida del alumnado, de sus familias, así como dar razones sólidas de ser el espacio que, junto con los otros saberes, ayuda al desarrollo integral de cada alumno y alumna.

Salir al encuentro. En profundidad y hondura con el Otro, los otros, contigo mismo, con la vida, la fe, la Iglesia, la cultura, la ciencia, la sociedad, la diversidad, el cuidado de la casa común… Y descubrir que todo está imbuido en el Dios de Jesús que sale a su Encuentro, y hacer de él o ella una persona más íntegra, más libre y más humana.

El encuentro se dará si albergamos ese deseo de búsqueda de lo bueno, lo bello y lo verdadero.

La asignatura de Religión no es una asignatura más, es LA ASIGNATURA pendiente que todos hemos de seguir aprendiendo y te supone desc- ALZARTE para salir al ENCUENTRO.