Hace unos meses un buen amigo sacerdote me pidió que incluyera en esta sección propuestas para mejorar la comunicación en las homilías. En principio, cualquiera de las reflexiones publicadas en este blog son perfectamente válidas y aplicables para una buena comunicación en la homilía. En breve empezaré a profundizar en el tema de las homilías o sermones que es un campo interesante, pero hoy quiero sugerir un elemento para la comunicación de catequistas y profesores de religión, principales destinatarios de este blog, pero que también sería aplicable a los sacerdotes en sus homilías.
Quiero hablaros del uso de los recursos que a veces tenemos tan a mano que no los vemos. Como los retablos de las iglesias. Obras escultóricas que fueron concebidas originariamente como catequesis visuales y que hoy están bastante desaprovechadas.
A lo largo del año litúrgico son muchas las veces en las que el pasaje bíblico que se lee en la misa está representando en la iconografía del retablo que tenemos a nuestras espaldas.
Sugiero hacer un trabajo previo de entrar en diálogo con el artista. Pasarse un rato observando ese bajorrelieve o esa pintura donde se narra la historia que vamos a leer en la Biblia. Descubrir qué quiso transmitir el artista, qué elementos introdujo en la escena, las posturas de los personajes, la profundidad que haya dado a la escena. No me refiero a un análisis artístico de la obra, que también puede compartirse, se trata de hacer una reflexión de la carga espiritual que lleva esa obra de arte. Y desde ahí construir nuestro discurso para el sermón.
Raro es que los tiempos fuertes de la Liturgia no estén reflejados en el patrimonio artístico de nuestras iglesias. Y lo mismo podemos hacer con la iconografía de los santos cuando lleguen sus fiestas.
Los retablos, algo tan sencillo y tan a nuestro alcance pueden ser un apoyo para nuestra comunicación. Recuperemos su sentido catequético de cuando fueron realizados.
Al aula también puede llevarse la iconografía religiosa que hay en museos y pinacotecas con el mismo fin.
Estamos en Adviento y pronto llegará Navidad. Las lecturas de los próximos días se encuentran en muchos retablos, podemos empezar este año a prepararlo. Acércate a tu parroquia, entra en diálogo con las imágenes y… deja luego que surjan las palabras. Aprovecho para desear un Feliz Adviento y una Feliz Navidad.
El autor acaba de publicar Desde la mirada del hombre. Más información aquí.
