Fecha/Hora
07 Ago
Todo el día
Categorías
Primera lectura: Números 20,1-13
Salmo 94
Evangelio: Mateo 16,13-23
Cuando Jesús llegó a la región de Cesarea de Filipo preguntó a sus discípulos: — ¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre? Ellos contestaron: — Unos dicen que Juan el Bautista; otros, que Elías, y otros, que Jeremías o algún profeta. — Y vosotros, ¿quién decís que soy? —les preguntó. Simón Pedro le respondió: — Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente. Entonces Jesús le dijo: — Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás, porque ningún hombre te ha revelado esto, sino mi Padre que está en el cielo. Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra voy a edificar mi iglesia; y el poder de la muerte no la vencerá Te daré las llaves del reino de los cielos: lo que ates en este mundo, también quedará atado en el cielo; y lo que desates en este mundo, también quedará desatado en el cielo. Luego Jesús ordenó a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Mesías. A partir de entonces, Jesús comenzó a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén, y que los ancianos, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley le harían sufrir mucho. Les dijo que lo iban a matar, pero que al tercer día resucitaría. Entonces Pedro le llevó aparte y comenzó a reprenderle, diciendo: — ¡Dios no lo quiera, Señor! ¡Eso no te puede pasar! Pero Jesús se volvió y dijo a Pedro: — ¡Apártate de mí, Satanás, pues me pones en peligro de caer! ¡Tú no ves las cosas como las ve Dios, sino como las ven los hombres!