El liderazgo es una de las fortalezas personales que engloba la virtud de la justicia. Una persona con liderazgo es aquella que conoce bien sus creencias y valores, que es capaz de comunicarlos con efectividad y logra persuadir a otras personas para que acepten esos valores y creencias.

Hay varios estilos de liderazgo y diferentes tipos de líderes: autoritarios, orientadores, emocionales, democráticos, ejemplares, capacitadores. Unos y otros no son ni mejores ni peores. Lo que está claro es que las habilidades de liderazgo se pueden entrenar y desarrollar, para saber qué estilo conviene ejercer en cada situación.

A la luz de la Palabra

El liderazgo se puede aprender. Para ello son muy importantes los modelos que tomemos como referencia. Jesucristo es un fascinante modelo de liderazgo, diferente y sorprendente, del que todos podemos aprender.

Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía, se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había ceñido (Jn 13,3-5).

Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo: «¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis “el Maestro” y “el Señor”, y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros: os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis. En verdad, en verdad os digo: el criado no es más que su amo, ni el enviado es más que el que lo envía. Puesto que sabéis esto, dichosos vosotros si lo ponéis en práctica (Jn 13,12-17).

Actividad de reflexión inspiradora

A la luz de la lectura anterior, podemos proponer la reflexión meditativa sobre las siguientes cuestiones:

  • ¿Qué valores orientan el liderazgo de Jesús de Nazaret?
  • ¿Cómo transmite estos valores a sus discípulos?
  • ¿Por qué dice «dichosos vosotros si lo ponéis en práctica»?

La finalidad de esta actividad es que los alumnos descubran que el servicio y la humildad son los valores que definen el estilo de vida de Jesús de Nazaret. Queremos que reconozcan cómo Jesús aparece progresivamente no solo como el portavoz de Dios, sino como el que se sabe encargado de realizar el proyecto de Dios: tiene conciencia de ser su palabra en acción, su proyecto en persona, el advenimiento de su Reino.

Para profundizar: el lavatorio

Por una parte, el lavatorio simboliza toda la misión de Jesús: la entrega de su vida. No solo el servicio prestado a los demás, sino el servicio supremo prestado a los hombres por el siervo de Dios por excelencia.

Por otra parte, el lavatorio es un ejemplo que imitar: unos deben servir a los otros para hacer como Jesús, que se hizo servidor de todos. La misión de Cristo tiene como objetivo crear un discipulado de amor entre las personas. Esto ha sido posible gracias al amor de Jesús por ellas. Con esta finalidad entregó su vida. La purificación de la que Jesús habla, y que es fruto de su palabra, es limpieza de todo aquello que se oponga al amor.

Isabel Gómez Villalba
Docente e investigadora en la Universidad San Jorge.
Centrada en la innovación educativa, investigo y diseño experiencias pedagógicas tanto para la integración y desarrollo de habilidades espirituales en el proceso de enseñanza-aprendizaje, como en el estudio y la implementación de proyectos de aprendizaje–servicio.