CAPACITAR PARA EL PERDÓN
La capacidad de perdonar es una fortaleza relacionada con la moderación. Cuando las personas perdonan, entran en paz consigo mismas y con los demás, dejan el rencor atrás y pueden continuar viviendo el presente con calma.
La capacidad de perdonar es una fortaleza relacionada con la moderación. Cuando las personas perdonan, entran en paz consigo mismas y con los demás, dejan el rencor atrás y pueden continuar viviendo el presente con calma.
La fortaleza de la modestia o humildad implica dejar que nuestros talentos, méritos y logros hablen por sí mismos. Las personas con esta fortaleza no son individuos con baja autoestima, simplemente no buscan ser el centro de atención y no se ven como si fueran mejores que otros
El autocontrol o autorregulación es la capacidad de controlar nuestros deseos, emociones, sentimientos y conductas con el objeto de gobernar la propia vida.
La prudencia es una de las fortalezas cognitivas englobadas en la virtud de la templanza. Es una orientación hacia nuestro futuro personal.
La templanza es una gran virtud que se caracteriza por el hábito de la automoderación juiciosa y razonable de los impulsos y del uso excesivo de los sentidos.
La vitalidad es una fortaleza que capacita para afrontar la vida con entusiasmo y energía, para hacer las cosas con convicción y dar todo de uno mismo. Es vivir la vida como una apasionante aventura, sintiéndose vivo y activo.
La fortaleza de la perseverancia forma parte de las fortalezas que engloba la virtud del valor. La fortaleza de la perseverancia forma parte de las fortalezas que engloba la virtud del valor. Es la capacidad para seguir adelante a pesar de los obstáculos, las dificultades, el desánimo, la frustración o los propios deseos de rendirse. Requiere dedicación, concentración y paciencia.
La valentía es una fortaleza personal que implica el ejercicio de la voluntad para la consecución de metas ante situaciones de dificultad externa o interna.
La integridad es una virtud universalmente admirada y todas las culturas y tradiciones religiosas cuentan con héroes que la ejemplifican. Jesús es el ejemplo de un hombre íntegro.
El valor es la virtud que engloba las fortalezas de la vitalidad, la perseverancia, la integridad y la valentía. Son fortalezas emocionales que implican el ejercicio de la voluntad para conseguir las metas ante situaciones de dificultad.