LA COMPETENCIA DIGITAL EDUCATIVA Y LA CLASE DE RELIGIÓN (II)

El “Plan de mejora para la Competencia Digital Educativa” que arrancó en España en el año 2021 diseñaba una serie de fases para su implantación entre las cuales se otorgaba un protagonismo determinante a la formación de los docentes de todos los niveles, etapas y especialidades para ir adquiriendo esos niveles de competencia digital que se habían prefijado en primera instancia y en los que pudimos profundizar en el anterior artículo. El enfoque de la capacitación competencial tenía seis ejes fundamentales o áreas para abordar destrezas digitales en distintos ámbitos del aprendizaje y la enseñanza. A continuación, se describen estas áreas, el contexto educativo al que aluden, así como ejemplos de herramientas, aplicaciones o dinámicas de acción para su trabajo.

  1. Compromiso profesional: Es un área que alude directamente al uso y manejo de herramientas tecnológicas para implementar en el normal desarrollo de las capacidades docentes; por tanto, tiene su esencia en las propias destrezas del profesional a la hora de manejar diferentes recursos con carácter digital en su función y quehaceres cotidianos. Podemos señalar que el manejo de plataformas digitales educativas como Teams, Classroom, Additio, al igual que la incorporación de las herramientas de Microsoft Office 365 u otros packs de software educativo pueden ser los elementos en los que cristalice la capacitación en este ámbito concreto.
  2. Contenidos digitales: La búsqueda de materiales educativos a través de recursos digitales, así como la creación propia o modificación de los mismos serían aspectos que vienen reflejados en esta área. No obstante, también podrían añadirse todas aquellas aplicaciones o herramientas que facilitan el compartir las creaciones o los elementos modificados, puesto que son considerados como facilitadores de la labor docente y pueden ser trabajados desde perspectivas digitales semejantes. La edición de imágenes o de vídeos serían muestras de campos que se circunscriben al área, con ejemplos diversos de aplicaciones que encajan en ella tales como Canva, Kdenlive o Phtotopea.
  3. Enseñanza y aprendizaje: Área que hace referencia a la gestión y organización por parte del profesorado y alumnado del uso de la tecnología en los procesos de enseñanza-aprendizaje. En este caso se alude a aplicaciones, programas o recursos TIC que se implementan en el aula o en diversos ámbitos educativos y que facilitan los procesos merced a un uso responsable y adecuado a la diversidad del alumnado. Un ejemplo sería el uso de PowerPoint para presentar tareas, así como otras herramientas como YouTube, Blogger, o todas aquellas apps que se puedan manejar en contextos digitales para un normal desarrollo del aprendizaje o la docencia.
  4. Evaluación y retroalimentación: Todas aquellas estrategias con soporte digital o tecnológico que se puedan emplear en la mejora de la evaluación del alumnado, así como en la evaluación del propio proceso de enseñanza tendrían cabida en esta área de competencia digital. Este es un aspecto muy importante, dada su relevancia en los actuales enfoques pedagógicos o tendencias educativas, con cabida para todo tipo de metodologías activas. Aplicaciones como Kahoot, Quizizz o Plickers son ejemplos de instrumentos que se circunscriben al trabajo del área y que reportan información e incluso feedback de gran utilidad tanto a docentes como al alumnado.
  5. Empoderamiento del alumnado: Un área que pone el foco en el verdadero destinatario del proceso educativo porque alude a la mejora de la inclusión, al respeto a la diversidad que emana de las aulas, así como a la atención a las diferencias entre el propio alumnado que se ve reflejado en un compromiso activo y determinante del mismo en su proceso de aprendizaje. Y todo ello con el manejo de diferentes estrategias, programas y recursos digitales que le capacitan para un normal desarrollo de su itinerario escolar y de su caminar por el ámbito educativo, independientemente de las realidades que en él se vean reflejadas y configuren su personalidad. La mejora de la accesibilidad en sistemas operativos tales como Windows, Android, Linux o IOS, mediante diferentes recursos que presentan como facilitadores del aprendizaje o el trabajo con herramientas opensource o multiplataforma podrían ser contenidos además de un compendio de recursos que esta área de competencia digital abarcaría.
  6. Desarrollo de la competencia digital del alumnado: En este espacio se busca la formación para capacitar a los estudiantes en el manejo de la tecnología con uso responsable poniendo el foco en su creatividad. Sin embargo, el área en cuestión da un paso más con el fin de dotar al alumnado de estrategias que le posibiliten el manejo de la tecnología de forma segura, al amparo de una privacidad que no se ponga en riesgo y que cristalice en un bienestar que no le impida desarrollar sus proyectos personales mediante esta clase de recursos, cada vez más de uso cotidiano. Excel, OneNote o SharePoint serían programas y aplicaciones que encajarían en el desarrollo de la competencia digital del alumnado, sin olvidarnos del manejo de videojuegos como Minecraft Education, todo un mundo con innumerables posibilidades a nivel de aula.

Todas estas áreas ponen el foco en la formación y la capacitación en entornos digitales diferentes y complejos, tanto de alumnado como de profesorado. Sin embargo, cabe preguntarse si realmente la ERE tiene su hueco realmente en estos procesos. La respuesta idónea debería ser una afirmación rotunda, puesto que debe ser tomada en cuenta bajo el mismo prisma que el resto de áreas curriculares. Pero la realidad parece ser bien distinta, puesto que en no pocas ocasiones se infravalora la clase de Religión Católica a la hora de ser propuesta en igualdad de condiciones que el resto de materias y disciplinas, también en el aspecto formativo y pedagógico. No es menos cierto que existe un temor por parte de los propios docentes de ERE o agentes de pastoral a abrir nuevas perspectivas metodológicas o nuevos itinerarios educativos que pueden ser considerados como inadecuados, demasiado innovadores, o que vienen a trastocar una forma tradicional de afrontar la enseñanza religiosa en la escuela.

La ERE y, por extensión, sus docentes, han de asumir el periodo histórico en el que se desenvuelven. La inculturación también aprovecha todas estas circunstancias que han venido a la vida del ser humano para quedarse de una manera definitiva, puesto que sus vidas viven en continua transformación. Y la tecnología es uno de estos ámbitos que forman parte de lo cotidiano, de lo operativo, de lo “útil”. También dentro de un aula. También para un aprendizaje y, por supuesto, para un magisterio. El Mensaje del Reino de Dios merece ser transmitido con alegría, con inteligencia y con claridad. Y, si para ello han venido estos recursos a modo de ayuda, bienvenidos sean.

Digireli

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