PARADAS CUARESMALES: PRIMERA SEMANA

Miércoles de ceniza 

“Señor, escúchame: no sé cómo encender el fuego, pero todavía soy capaz de recitar la plegaria”, de un antiguo cuanto jasídico.

Día 1

El camino que espero siempre poder vislumbrar

Pero que está para mi vacío como un desierto. 

Quizás porque quiera velo como se ven las cosas del mungo, 

Quizás porque me fate el recogimiento. 

¿Quién tiene tiempo para detenerse? 

La luz, los colores, sentir el aire, respirar todo, 

Abrir el alma a la belleza de la existencia que se nos da. 

Escarbar en la luz. El camino que vislumbramos, el camino que vemos. Un texto de Eusebio Calonge para este día de Cuaresma. 

Día 2

“Vigila tu alegría y lo demás se te dará por añadidura. Vigila tu alegría, pero no vayas en su busca. No es necesario. Cuando el impulso vital va aminorándose con los años es preciso aprender a vivir” Luis Rosales.

Día 3

Caminamos hacia la luz de la presencia. Este arquitecto, Antonio Escario, supo componer el lugar, darle la luz, evocar el misterio de esta iglesia-oratorio de san Felipe Neri que ahora es parroquia. Fue su primer trabajo, y la luz es ya camino, es presencia. Cuando el arte y la vida se encuentran, nace esta belleza. 

Día 4

Tenía pendiente esta película y ayer pude verla en un contexto de retiro y reflexión. Aún estoy noqueado por la verdad de estos actores que construyen a través de la palabra un itinerario de redención y de perdón. Desde el balbuceo a los detalles, pasando por la confrontación para acabar como un torrente en la liberación que posibilita el poder volver a amar sin condiciones, volver a fundirse en un abrazo para seguir viviendo. La película se llama #MASS

Día 5

Los almendros floridos, el encuentro sosegado, los años que vienen, el agradecimiento que brota, las palabras, la acogida, la tentación y la esperanza, el pájaro solitario.

Día 6

A veces no necesitamos más que ser escuchados, ponernos a tiro para la escucha, estar atentos, no bajar la guardia, afinar la empatía, sentir que el otro está a nuestro lado #cartasaldirector

Día 7

VOLUNTAD Y EMPATÍA. Escucho la intervención de @juan_carlos_unzue en el Congreso y siento vergüenza por la falta de empatía de los políticos que nos representan. Los que en muchos casos muestran nulo interés por estos hombres y mujeres que llevan a cuestas el peso de una enfermedad como la ELA. He sido testigo del deterioro de un hermano muy cercano que murió a causa de esta enfermedad y puedo entender el esfuerzo titánico del que habla Unzue en su comparecencia. La falta de empatía de la clase política preocupada más por las cábalas partidistas y el equilibrismo independentista deja a un lado a los más necesitados que los aboca a los márgenes, a esas «migajas» que caen de la mesa del rico del evangelio. No saben que la falta de empatía de hoy los despeñará por el precipicio del olvido más pronto que tarde. Mientras tanto tenemos que esperar que el sentido común, la «voluntad» deseada hagan realidad una ley que necesitan los enfermos de ELA más pronto que tarde. Esperemos que la reunión de ayer sea germen de una voluntad renovada. Seremos mejor sociedad siempre apoyando a quienes más necesitan de nuestra ayuda. #conELA

Día 8

Me encontré esta frase es un escrito de Jesus Terrés y me pareció muy acertada: «Cómo nos cuesta entender que la vida es como conducir de noche. Tus faros solo alumbran sesenta metros, pero aunque no la veamos detrás sigue habiendo carretera”. De forma natural me vino a la cabeza ese verso de La Fonte de san Juan de la Cruz que tanto ha inspirado a artistas y creyentes. “¡Que bien se yo la fonte, aunque es de noche”. ¡Los focos, el faro, la carretera y el camino, la confianza y la espera, la oscuridad y la luz! En eso se resume la vida. 

Día 9 

EL ESPANTO. Tomo prestada la fotografía de @pepeestudioja para reflexionar sobre la vulnerabilidad de nuestros espacios y nuestra vida. Cómo nuestras vidas perfectas, ordenadas y confiadas se van al traste de la peor manera posible, en el clamor de un fuego abrasador que lo destruye todo. Sobre todo la vida de tantas personas que pierden su hogar. Ahora vendrán las explicaciones, las excusas, las cifras y los números. Seguro que aparecerán comisiones y malas artes. Esa cara B de capitalismo que cada vez es más transparente. Y en el camino quedará el dolor y la pérdida. Ya nada será igual para estas personas. Volverán a rehacer sus vidas, de otra manera, pero la vida de antes se la llevó el fuego. EL FUEGO. El fuego y la llama es señal en la Sagrada Escritura de la presencia de Dios. En la zarza ardiente, en las columnas de fuego, en el fuego que ardía en el corazón de los discípulos de Emaús, en la llama de Amor viva de fray Juan… Expresiones muy lejanas al espanto, realidades muy diversas a las que nos estremecen hoy. El fuego de Dios es aliento, hogar y morada. Una parada más de esta Cuaresma que nos pone de frente la realidad, con nombres y caras. 

Día 10

SIN SEÑAL. Me gustaría escribir mensajes bonitos, buenas palabras, mensajes de consuelo, sentimientos que pudieran llegar a sanar el dolor de tanta gente que sufre en todas partes del mundo. Los que siguen muriendo en Ucrania o Gaza, los que se enfrentan al mazazo de la vida sin anestesia, los que luchan por dejar este injusto mundo con algo de dignidad. Me estremezco del testimonio que nos llega de ese joven matrimonio con sus hijos comenzando a vivir y dedicando sus últimas y supongo que agónicas horas a despedirse. Dice el titular: “Estuvieron hablando hasta que la señal se cortó”. A veces la señal se corta demasiado pronto, cuando aún tenemos toda la vida por delante para imaginar. Quiero pensar que Dios les regalará la vida eterna, ese jardín secreto donde jugar todos juntos. En el que después de un mal sueño, despertarán con una sonrisa, llenos de júbilo y Alegría junto a tantos otros que perdieron la vida como ellos de manera tan injusta. En eso pongo mi Fe, y confío en el presente que se me regala. Cojo aire. 

Los verbos de la vida

ILUMINARSE

La luz. ¡Qué constante en la vida de cada uno de nosotros!. Ya desde nuestros comienzos llamamos “dar a luz” a nacer, al encuentro con lo que va a ser nuestra existencia y nuestro tiempo aquí.

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INVOLUCRARSE

Sentir la urgencia del compromiso más allá de nuestras fronteras es tan atávico y tan profundamente humano como la huida y la evitación

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INTEGRARSE

Integrarse es hacerse parte de un algo que, a su vez, es todo en sí mismo y una parte del todo del que estás llamado a ser.

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