PARADAS CUARESMALES: TERCERA SEMANA

#paradascuaresmales 19

Hoy celebramos en las escuelas Trilema el Día de África y hemos comenzado haciendo una oración pidiendo que María nos ensanche el corazón, que nos abra la perspectiva, que no nos quedemos solo pendientes de nuestras cuitas sino que abramos la mente y los brazos a quienes más lo necesitan.

#paradascuaresmales 20

Me leo en los libros que están alrededor, que encuentro y que me encuentran, que me persiguen y acaban en mi librería para esperar el momento en que sean leídos, en los que vuelvan a encontrarse conmigo, con el estado de ánimo, con la frase necesaria, con aquello que se vive y se respira. Ayer, escuchando de nuevo a @raquellanseros me quedé con una de las frases del poema que eligió en la ceremonia de entrega de los premios #marujamallo Recitó el poema «Beatriz Orieta, Maestra Nacional (1919-1945)»:

 ¿Qué más puedo decir?

 Que la vida separa a los amantes

ya lo dijo Prévert.

Pero a veces la muerte

vuelve a acercar los labios

de los que un día se amaron.

#paradascuaresmales 21

Los almendros siguen floreciendo ajenos a los cambios de tiempo, sin saber que quizás las nuevas heladas ahoguen sus flores. La urgencia de florecer, a veces, tienen el punto del riesgo, de asomarse al abismo, de sentirse empujado al encuentro. Así vivieron los místicos el camino del encuentro, con la sentida fuerza de las urgencias. Santa Teresa y san Juan de la Cruz, ambos recorren el camino de la urgencia, que es el mismo camino del amor, el que transitan los amantes, el que rompe el tiempo y el abismo, porque los límites del amor se rompen cuando se produce el encuentro deseado. «¡Ay qué larga es esta vida!”. «Rompe la tela de este dulce encuentro…». «Vivo sin vivir en mí». Cuando la vida nos saca a la intemperie, nos deja al aire del tiempo, a veces no nos queda más que florecer.

#paradascuaresmales 22

Este abrazo del padre, aun con los reflejos de quien saca la foto, es de #oteiza y está entre una docena de variaciones sobre el mismo tema: la eucaristía. Me lo encontré en un retiro, en la casa de capuchinos de El Pardo, en uno de los pasillos. La belleza del arte siempre sale a nuestro encuentro de manera inesperada, aún en los lugares en los que no pensábamos encontrar ningún resquicio de arte. Allí están estas pinceladas que acogen el abrazo del padre como nos acoge a nosotros la belleza.

#paradascuaresmales 23

LA LUZ Y LAS TINIEBLAS. Esa mezcla de realidades que tan presentes están en nuestra vida, también aparecen en el evangelio del 4º domingo de Cuaresma, en medio de la conversación que Jesús tiene con Nicodemo. Ahí, de nuevo, como ya lo hiciera en el prólogo el autor, la luz vuelve a hacerse presente, esta vez, en la vida de Nicodemo. El maestro le pide que se desproteja, que acepte los rayos del sol, la Luz que nace de lo alto, y deje atrás las tinieblas de quién fue, de quien había sido, de quien sueña ser. Y a la par que se abra a otros horizontes, nuevas posibilidades, perspectivas sugerentes. A veces, para continuar, hay que reinventarse, nacer de nuevo, dejar atrás las tinieblas del cansancio, de la rutina, de la comodidad. Una mujer cruza la luz delante de esta obra de James Turrell. Ese lienzo que se ilumina y que vuelve a enseñarnos las luces, dejando atrás toda tiniebla. Atrás, muy lejos. En este domingo de marzo

Los verbos de la vida

ILUMINARSE

La luz. ¡Qué constante en la vida de cada uno de nosotros!. Ya desde nuestros comienzos llamamos “dar a luz” a nacer, al encuentro con lo que va a ser nuestra existencia y nuestro tiempo aquí.

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Los verbos de la vida

INVOLUCRARSE

Sentir la urgencia del compromiso más allá de nuestras fronteras es tan atávico y tan profundamente humano como la huida y la evitación

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Los verbos de la vida

INTEGRARSE

Integrarse es hacerse parte de un algo que, a su vez, es todo en sí mismo y una parte del todo del que estás llamado a ser.

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