Las hermanas. He pasado el triduo pascual en un convento de clausura. No dentro, sino en la hospedería de la comunidad de Carmelitas descalzas de Sanlúcar la Mayor de Sevilla. Siempre que voy a verlas me encuentro como en casa, tienen conmigo el rol de madres y de hermanas. Con ellas me estrené predicando una novena en el 98, y desde entonces he vivido con ellas muchos momentos, alegres y también tristes, he ido viendo cómo crecían y cómo menguaban. De la comunidad de origen solo queda ahora una de ellas. Se fueron yendo al compás de los años. He conocido a muchas monjas en esa comunidad y ahora, las trece que mantienen la llama, siguen rezando y viviendo de manera especial, con esa vocación contemplativa que enriquece la Iglesia. 

La madre. Se ha venido conmigo mi madre. Mi familia ha pasado un duro trance el pasado año y aún vivimos el duelo acompañándonos, con los pequeños rituales de cada día. Ella con sus rosarios, yo con la escritura. A veces la mirada se nos pierde, se va a otro lugar, quizás a intentar llamar a mi hermano, o esperar que un día aparezca en la puerta de casa por sorpresa. La vida cuando alguien importante de tu vida se va cambia radicalmente. No vuelve a ser la misma, sigue siendo vida, pero es tan distinta como de la noche al día. 

La noche. Es tiempo de Salvación, escuchamos en el pregón pascual. La noche simboliza la oscuridad, pero también es el tránsito hacia la luz. El camino en que van encendiéndose las luces que apenas se presienten cuando estamos a oscuras. 

La Luz. La Pascua es luz  #creación creatividad, novedad, armonía. Dios nos creó un espacio para que fuera nuestro hogar, para que lo cuidásemos, para que viviéramos en fraternidad. #liberación Dios nos saca de la esclavitud, nos apunta hacia la vida y la plenitud. #gratuidad Nos anima a entrar en la dinámica del regalo frente a la estrategia de la comparación. Dad gratis lo que habéis recibido gratis. #redención Nos salva de nuestras heridas, de nuestros errores, nos acoge con la gracia. #notengaismiedo y nos empuja a ser valientes, testigos, sagaces, alegres, confiados. ¡Feliz Pascua de Resurrección!

Los verbos de la vida

ILUMINARSE

La luz. ¡Qué constante en la vida de cada uno de nosotros!. Ya desde nuestros comienzos llamamos “dar a luz” a nacer, al encuentro con lo que va a ser nuestra existencia y nuestro tiempo aquí.

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Los verbos de la vida

INVOLUCRARSE

Sentir la urgencia del compromiso más allá de nuestras fronteras es tan atávico y tan profundamente humano como la huida y la evitación

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Los verbos de la vida

INTEGRARSE

Integrarse es hacerse parte de un algo que, a su vez, es todo en sí mismo y una parte del todo del que estás llamado a ser.

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