«Contó a los discípulos que había visto al Señor y lo que Él le había dicho» Juan 20,10-18

A veces los cristianos nos encontramos con dificultades para celebrar la Resurrección de Jesucristo. A los primeros discípulos tampoco les resultó fácil cambiar la mirada.

Podemos comenzar con unos minutos de silencio o entonando un canto apropiado, por ejemplo, Resucitó, Aleluya, de J. Madurga.

LECTIO (Leo el texto)
Jesús resucitado se muestra a María Magdalena. La experiencia de este encuentro motiva un profundo cambio en su fe del que se beneficia ella y toda la comunidad cristiana.

Una persona del grupo proclama Jn 20,10-18.
Nos pueden ayudar a comprender mejor el mensaje de fe del pasaje:

  • María Magdalena debió ocupar un lugar muy importante en las primeras comunidades. La tradición sinóptica la relaciona unánimemente con el descubrimiento de la tumba vacía y las apariciones. En el relato de Juan su figura está muy bien dibujada. Representa el proceso de fe por el que atravesaron las primeras comunidades hasta comprender el significado de la Resurrección de Jesús.
  • María está desconsolada y repite el motivo de su llanto: «se han llevado…». María busca al Jesús del pasado. Su mirada no es la adecuada y por eso no reconoce al resucitado.
  • Le reconoce cuando Jesús la llama. Es el buen pastor que conoce por su nombre a sus ovejas.
  • María se niega a aceptar la nueva condición de Jesús y sigue aferrada al pasado. Por eso, las palabras de Jesús: «suéltame, no me retengas».
  • Jesús resucitado le encarga un mensaje y una misión. Buscad ambos aspectos en el pasaje. Observad cómo María personaliza la experiencia vivida al decir «He visto al Señor».

MEDITATIO (Me dejo leer por el texto)
La verdad más importante de nuestra fe es «Jesús ha resucitado». Esta verdad produce sus mejores frutos cuando pasa a ser una realidad experimentada, vivida y contagiada.

¿A qué Jesús buscamos? ¿Por qué a veces no le reconocemos? ¿Qué pistas nos sigue dando hoy el resucitado para que lo reconozcamos?

ORATIO (Hablo con Dios a partir del texto)
Después de unos instantes de silencio y oración personal, expresamos en voz alta nuestra oración, intentando que nuestras palabras se inspiren en el texto bíblico.

ACTIO (Me comprometo desde el mensaje de fe del texto)
El encuentro con Jesús resucitado convirtió a María Magdalena en apóstol: contó a los discípulos que había visto al Señor y el mensaje que le había confiado. Su testimonio es una invitación para nosotros.

  • ¿Vivir el Misterio de la Resurrección es solo creer en la «otra vida»? ¿A qué te compromete?
  • Podemos terminar cantando La fiesta del Señor, de C. Erdozain.
Lectio divina

«Hoy tengo que alojarme en tu casa» Lucas 19,1-10

El pasaje que vamos a leer es una de las obras maestras del evangelio de Lucas. En él Zaqueo se convierte de «buscador» en «buscado». Jesús siempre toma la iniciativa, se invita a entrar en nuestra casa y espera que le reconozcamos como el «Señor».

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Lectio divina

«Ahí tienes a tu madre» Juan 19, 25-27

Una de las creencias cristianas más arraigadas entre nuestro pueblo es la de María como Madre de Jesús y Madre nuestra. Una certeza de fe nos lleva a afirmar que la mujer que estuvo siempre al lado de su hijo, incluso en los momentos más difíciles, no puede abandonar a quienes, como dice san Pablo, somos hijos en el Hijo.

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