El sentido del humor es una de las grandes fortalezas del ser humano y está asociada a la virtud de la trascendencia (Seligman y Peterson, 2004)[1]. Es la capacidad de divertirse, de reír, bromear, sonreír con frecuencia y ver el lado positivo de las cosas. El sentido del humor es energético, nos hace aprender de los errores y evidencia una profunda comprensión de la realidad, nos devuelve la fe y la confianza.

El humor es un recurso fundamental para afrontar la vida, e incluso trascender a ella. Tanto el humor como la fe son expresiones de la libertad del espíritu humano, de su capacidad para tomar distancia de la vida y de uno mismo para poder contemplar el panorama en su conjunto.

A LA LUZ DE LA PALABRA

Al acercarnos a la religión cristiana, es posible que la veamos como una religión sufrida. Basta con ver su símbolo (Cristo crucificado) o conceptos como la culpa, el pecado y la condena. Sin embargo, un análisis más profundo de esta religión y de sus textos sagrados revela que el Evangelio es Buena Noticia, alegre, gozosa, exultante. Es la promesa cumplida del Enviado, que culmina con la Resurrección. En ella, Dios sonríe ante la pretensión absoluta de la muerte por destruirlo todo y revela su capacidad para sacar de lo peor lo mejor. Ya en el Antiguo Testamento se habla de la importancia de la alegría:

Corazón alegre favorece al cuerpo, ánimo deprimido seca los huesos (Prov 17,22).

El humor crea una distancia que permite mirar las cosas desde un ángulo distinto del habitual y cuestionar la interpretación dominante de la realidad. En el Nuevo Testamento, nos encontramos a Jesús de Nazaret, que mira las cosas desde una lucidez atípica y descubre en la realidad una fisura por la que introducir la sospecha: ¿y si las cosas no fueran lo que parecen? Jesús pretende enseñarnos cómo es la realidad vista desde Dios.

ACTIVIDADES DE REFLEXIÓN INSPIRADORA

Proponemos la siguiente situación de aprendizaje, estructurada en una serie de actividades:

Actividad 1. Busco en la Biblia

Busca las siguientes citas en la Biblia y léelas con atención. Después, ilustra cada una con un dibujo sencillo:

Mt 23,24: «¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello!»

Mt 7,5: «Hipócrita: sácate primero la viga del ojo; entonces verás claro y podrás sacar la mota del ojo de tu hermano»

La finalidad de esta actividad es que el alumnado descubra que el Jesús de los evangelios es plenamente Dios, pero también plenamente humano. Como podemos ver cuando aporta un sentido del humor edificante, inspirador, que invita a ver las cosas desde otro punto de vista, trascendiendo el plano de la superficialidad. Aclaramos que Jesús de Nazaret no era frívolo, sino que decía cosas con cierta ironía y sentido del humor, por mucho que nos pueda sorprender.

Podemos ir más allá y realizar una propuesta de entrenamiento del sentido del humor.

Actividad 2: Reflexiono

Piensa sobre la dimensión espiritual del verdadero humor y su relación con la fe. ¿Qué te sugiere la siguiente cita de Reinhold Niebuhr?

El humor es el preludio de la fe, y la risa es el comienzo de la oración                                                                    

Con esta actividad pretendemos que el alumnado reflexione sobre el sentido del humor como capacidad, fruto de su inteligencia y espiritualidad humana. Que descubran que, más allá de los tópicos y de las visiones simplistas, el sentido del humor no tiene nada de superficial, sino que es algo que solo los seres que cultivan su inteligencia espiritual pueden llegar a desarrollar correctamente. Intentaremos que comprendan que quien es capaz de trascender, de ver a distancia el espectáculo del mundo y de contemplar sus debilidades, excentricidades y locuras, puede ejercer el humor. El humor facilita las relaciones interpersonales y hace agradable la vida en común.

Actividad 3: Debatimos

Dialogamos sobre el auténtico sentido del humor y sus posibles desviaciones. Sin alegría ni amor, el humor deja de ser tal para convertirse en un pretexto para causar daño.

Pretendemos que los estudiantes sean conscientes de los peligros que entraña una comprensión desviada del sentido del humor. La risa no es siempre maravillosa, puede ser terrible, cuando el humor que la provoca tiene alguna víctima: la burla, el sarcasmo, el ridículo, la broma hostil o incluso cruel.

Actividad 4. Analizamos

Detallamos situaciones de nuestro entorno en las que percibimos que un mal uso del sentido del humor provoca daño a otras personas.

Queremos que los estudiantes observen la realidad que les rodea y sean conscientes del uso que ellos mismos, sus compañeros y otras personas de su entorno hacen del humor.

Actividad 5. Transformamos

Damos respuesta a las necesidades del entorno con ayuda de los demás: ¿Qué podemos hacer para acabar con esas situaciones dolorosas?

Les proponemos a nuestros estudiantes entrenar, de una forma activa y experiencial, los diversos matices que componen la fortaleza personal del sentido del humor. Les invitamos a ser conscientes de sus propios recursos interiores, a compartir momentos de reflexión, tanto personal como grupal, con el propósito de que aquello que han razonado, experimentado y compartido puedan ponerlo al servicio de los demás, mejorando el mundo que les rodea.

La finalidad es dotar a los estudiantes de las capacidades necesarias para poder transformar su entorno. Es una invitación a la reflexión-acción. En este sentido, destacamos la importancia de poder participar en proyectos de aprendizaje-servicio, como forma de concretar y poner en práctica real una gran finalidad: educar personas para transformar el mundo a la luz de la Palabra.

La finalidad de esta actividad es que los estudiantes sean sensibles al sufrimiento que puede provocar una burla, una broma hostil. Y que sean capaces de despertar esa sensibilidad en los demás.[2]

PARA PROFUNDIZAR: EL SENTIDO DEL HUMOR Y LA FE

La íntima relación del humor con la fe procede del hecho de que ambos se ocupan de las incongruencias de nuestra existencia. El humor se ocupa de las incongruencias inmediatas de la vida y la fe de las incongruencias últimas. Tanto el humor como la fe son expresiones de la libertad del espíritu humano, de su capacidad para distanciarse de la vida y de sí mismo y contemplar el panorama en su conjunto (P. Berger)[3]


La risa y el sentido del humor son características humanas que corresponden a la capacidad de observación, análisis e interpretación de la realidad. Sin actividad intelectual y espiritual no puede haber humor. El sentido del humor es propiamente humano. O, como hemos visto, divino.

Isabel Gómez Villalba
Docente e investigadora en la Universidad San Jorge. Centrada en la innovación educativa, investigo y diseño experiencias pedagógicas tanto para la integración y desarrollo de habilidades espirituales en el proceso de enseñanza-aprendizaje, como en el estudio y la implementación de proyectos de aprendizaje–servicio.


[1] M. Seligman y C. Peterson, Character Strengths and Virtues: A Handbook and Classification, Oxford University Press, 2004.

[2] Teniendo en cuenta el artículo «¿Por qué el sentido del humor es una gran fortaleza psicológica?», podemos abrir un espacio de reflexión en nuestro proyecto de aprendizaje-servicio sobre el humor como recurso fundamental para afrontar la vida y los desafíos y proyectos.

[3] P. Berger, Peter, Risa redentora: la dimensión cómica de la experiencia humana, Editorial Kairós, 1999.