Una obra a modo de ejemplo:

La boda de Caná (1305), Giotto di Bondone. Capilla de los Scrovegni en Padua (Italia).

Estudio iconográfico

1 – El centro de la escena se encuentra ocupado por el esposo. Tiene un gesto rígido y severo; con la mano, bendice al espectador. Con la ayuda exegética podemos deducir que el autor piensa que es Dios en un momento culminante. Ningún personaje mira directamente al esposo. La esposa y el sirviente inclinan reverencialmente la cabeza.

2 – En primer plano aparecen las tinajas de piedra destinadas para los ritos de purificación. Son pequeñas si tenemos en cuenta el relato evangélico. Las contamos y son seis: siete menos uno. Número incompleto. El vino nuevo completará las tinajas viejas. Podríamos imaginar que el ánfora con que se sirve el vino es la séptima.

3 – En el lado izquierdo tenemos a María, el maestresala y los criados. María, lejos de su hijo, está representada con un azul intenso que destaca. Este grupo representa al pueblo de Israel: están saciados y convencidos de su estatus. Hay quien ha apuntado que el maestresala puede ser un autorretrato de Giotto.

4 – El lado derecho del fresco está centrado en Jesucristo: ¡es un invitado! Está bendiciendo. De esto no se habla en el evangelio, pero el autor intenta subrayar el efecto milagroso de la escena. Con Jesús están sus discípulos: Pedro está claramente representado. La discípula, de espaldas al signo, atiende a la enseñanza: ¡lo que importa es la palabra de Jesús y no tanto los milagros!

Resulta sorprendente cómo una obra del siglo XIV realiza una exégesis tan moderna del relato. Se trata de un trabajo que Giotto realiza en su interior, tal vez en una reflexión orante sobre el evangelio de Juan que asombra al espectador del siglo XXI. El ejemplo de la muchacha que se encuentra en el centro de la obra es el más destacado y alentador sobre la iconografía de este fresco. No podemos evitar la conclusión de que el autor medita el relato y lo reinterpreta para contarnos una historia más real que la vida misma: el núcleo del Cuarto Evangelio.