Podemos distinguir dos relatos:

  • PRIMITIVO (VV. 1-4. 12-13): Carismático y apocalíptico.

            Viento impetuoso.

            Lenguas de fuego.

            Hablan lenguas extrañas.

            Ocurre en una casa.

            Piensan que están borrachos.

  • REDACCIONAL (vv. 5-11): Profético y misionero.

            Lugar más grande.

            El don de la glosolalia.

            Los espectadores oyen en su lengua.

LECTURA DEL RELATO

Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar (v. 1).

La Fiesta de Pentecostés empezó como la celebración de la siega, pero en el siglo I tenía significado teológico.

 En cada Pentecostés, el pueblo renovaba la alianza sinaítica.

Los cristianos subrayan que, del mismo modo que Dios entregó a Moisés las tablas de la Ley, el Padre derrama el Espíritu Santo sobre los apóstoles.

Al hablar de “todos” podemos pensar que el evangelista está pensando en los ciento veinte discípulos (12×10) presentes en la elección de Matías (1,15).

 Entre ellos estaba María (1,14).

 El don del Espíritu Santo es concedido a esta primera comunidad.

 Es Pedro, junto con los demás apóstoles, el que va a pronunciar el discurso (vv. 14-36).

De repente vino del cielo un ruido, semejante a un viento impetuoso, y llenó toda la casa donde se encontraban. Entonces aparecieron lenguas como de fuego, que se repartían y se posaban sobre cada uno de ellos (vv. 2-3).

El Espíritu viene de repente.

El viento impetuoso y el fuego muestran la violencia necesaria para transformar la primera comunidad cristiana.

La imagen del fuego está ligada a la presencia de Dios desde el episodio del Horeb (Ex 3,1-14) y subraya la capacidad divina para cambiar al individuo.

Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en lenguas extrañas, según el Espíritu Santo los movía a expresarse (v. 4).

Pentecostés es el bautismo en el Espíritu Santo anunciado en 1,5.

El bautismo de Juan Bautista era con agua; este es con fuego para dar testimonio de Jesús hasta los confines de la tierra.

“Lenguas extrañas” puede aludir a la capacidad de los apóstoles de comunicarse de una forma nueva, proféticamente.