ENTRENAR LA GRATITUD
La gratitud genera una forma positiva de relacionarnos con el entorno, con nosotros mismos y con los demás.
La gratitud genera una forma positiva de relacionarnos con el entorno, con nosotros mismos y con los demás.
La apreciación de la belleza y de la excelencia forma parte de las fortalezas que están englobadas en la virtud de la trascendencia.
Gracias a la virtud de la trascendencia somos capaces de hacernos preguntas profundas: ¿Dónde está Dios? ¿Qué he de hacer? ¿Cómo puedo ser feliz?
El liderazgo es una de las fortalezas personales que engloba la virtud de la justicia. Una persona con liderazgo es aquella que conoce bien sus creencias y valores.
El sentido de la justicia o imparcialidad es una fortaleza psicológica que nos permite tratar a todas las personas como iguales.
El trabajo en equipo o el civismo son fortalezas personales relacionadas con la virtud de la justicia.
El civismo está relacionado con el sentimiento de comunidad. Las personas con esta fortaleza buscan el bien común más que su propio interés
La justicia es una de las cuatro virtudes cardinales (fortaleza, justicia, prudencia y templanza). Es la capacidad de tratar a todas las personas como iguales.
La capacidad de perdonar es una fortaleza relacionada con la moderación. Cuando las personas perdonan, entran en paz consigo mismas y con los demás, dejan el rencor atrás y pueden continuar viviendo el presente con calma.
La fortaleza de la modestia o humildad implica dejar que nuestros talentos, méritos y logros hablen por sí mismos. Las personas con esta fortaleza no son individuos con baja autoestima, simplemente no buscan ser el centro de atención y no se ven como si fueran mejores que otros