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El arte plasma siempre las inquietudes más profundas y difícilmente explicables de otra forma, aquellas que nos socaban o nos llenan o nos irradian hacia nosotros y hacia el mundo.
El arte plasma siempre las inquietudes más profundas y difícilmente explicables de otra forma, aquellas que nos socaban o nos llenan o nos irradian hacia nosotros y hacia el mundo.
Comienza un nuevo año y hemos de hacer serios equilibrios para alimentar esperanzas en medio de previsiones poco edificantes en lo que corresponde al cuidado de la vida.
En una sociedad marcada por la prisa y la inmediatez, el arte de detenerse, observar y explorar el ámbito de lo sagrado se convierte en un acto profundamente necesario.
EDUCAR PARA EL ENCUENTRO: DESCUBRIENDO LO SAGRADO EN LO COTIDIANO Leer más »
Cuando termina el año es un buen momento para pararse, dejar reposar en el corazón aquello que nos ha hecho vibrar, sentir o emocionarnos.