MUJERES DE MANTILLA: SEGUIMIENTO A CARA DESCUBIERTA
El seguimiento de Jesús es expresión de la continua conversión a su mensaje y a su vida,por parte de todos los cristianos. Seguirlo o no es una decisión vital.
El seguimiento de Jesús es expresión de la continua conversión a su mensaje y a su vida,por parte de todos los cristianos. Seguirlo o no es una decisión vital.
El cristiano no puede preocuparse exclusivamente de su propia salvación, sino que tiene que sentirse enviado a anunciar el mensaje de Jesucristo.
Dios se muestra amigo de los hombres porque recibe su dolor a través de la oración que sube como el incienso.
El ser humano tiene dos dimensiones constitutivas: la espiritual y la material. Ambas se encuentran reflejadas en el cofrade que camina materialmente con su vela iluminada espiritualmente en el camino de la procesión.
Cuando se contempla en la calle cada uno de los Dolores, la gente medita sobre sus propias vivencias que le ayudan a encontrar el camino de fe que parte desde la propia vida.
Nadie puede sentir lo que no ha vivido. Lo mismo pasa con la fe: no se puede vivir la fe si no se ha tenido una fuerte experiencia religiosa que ha cambiado tu vida radicalmente.
La muerte se convierte en juicio para aquellos que, incapaces de amar, sucumben a la incredulidad; sin embargo, el que cree y ama alcanza la salvación y la vida eterna.
La luz y el fuego no son conceptos teológicos sino símbolos naturales que se utilizan por muchas religiones como un rasgo de la sabiduría divina que todo lo
La conciencia de ser pueblo de Dios lleva consigo asumir nuestra vocación común: en la Iglesia todos somos responsables porque todos somos Iglesia.
En unos meses las calles de muchas ciudades de España se llenarán de procesiones llenas de cofrades con sus hábitos, sus escapularios, sus capirotes y sus instrumentos musicales intentando rememorar los últimos momentos de la Pasión de Nuestro Señor.