LA CURACIÓN DEL CIEGO DE NACIMIENTO (JN 9,1-41) (II)
Continuamos con el relato de la curación del ciego de nacimiento; aparecen nuevos personajes a los que les cuesta reconocer la sanación del ciego. Sepamos por qué…
Continuamos con el relato de la curación del ciego de nacimiento; aparecen nuevos personajes a los que les cuesta reconocer la sanación del ciego. Sepamos por qué…
Pentecostés. El Espíritu es sabiduría, es entendimento, es consejo, es fortaleza, es ciencia, es piedad, es temor de Dios… Alíate con el Espíritu
Despedirse significa dejar que la ausencia exista para que se llene de otra realidad, de otro pensamiento, de otra persona y pueda advenir otra situación nueva. Sin despedida no hay posibilidad de cambio y crecimiento.
El liderazgo que cuida asume una competencia espiritual relevante: ha de ser emergente de lo nuevo que nace.
Antes de marcharse, Jesús deja encargos y responsabilidades para todos y todas. Esto es lo que celebramos el día de la Ascensión.
Tras ese “subidón” que les supondría a los apóstoles la resurrección de Cristo, vino la ascensión de este a los cielos. A partir de ahí, supongo que las dudas e incertidumbres fueron muchas, todas resumidas en una pregunta: y ahora, ¿qué?
El liderazgo es una de las fortalezas personales que engloba la virtud de la justicia. Una persona con liderazgo es aquella que conoce bien sus creencias y valores.
A nadie escapa que los nuevos planteamientos a nivel educativo abarcan un amplio horizonte que repercute en nuevas prácticas, nuevas metodologías y un enfoque de la educación innovador.
La ceguera era muy frecuente en Palestina. Así como la ceguera es símbolo de las tinieblas espirituales, las curaciones de ciegos obradas por Jesús son signos de los nuevos tiempos.
En las próximas entradas en este blog iremos presentando las diferentes características que ha de tener, a mi entender, un liderazgo que cuida y que entre todas y todos hemos de sembrar.